Correo: Así que, ¿qué piensa usted de perdonar a alguien cuando no hay arrepentimiento o confesión de pecado? ¿Es el perdón distinto en ese caso? Después de la última conferencia de NANC, mi esposo vino a casa hablando acerca de este tema en particular, ¡tuvimos una discusión larga! Estoy curiosa de lo que piensas de esto…
Esta pregunta fue dejada en el área de comentarios de la publicación llamada “El Poder de no perdonar”.
El texto con el que comenzaría para trabajar con esta pregunta sería 1 de Juan 1:9– “Si confesamos nuestros pecados, é les fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.”
La palabra operativa en este versículo es el condicional “si”. SI confiesas tus pecados puedes recibir el perdón de ellos. La implicación de lo contrario también es cierta:
Si no confesamos nuestros pecados, entonces él es fiel y justo de no perdonarnos de nuestros pecados y de no limpiarnos de toda maldad.
La condición de perdonar es pedirla. No estamos permitidos a ser negligentes en nuestro perdón, como si nuestros pecados pudieran ser removidos con otro método. Esto sería una perversión y burla del Evangelio. Si pudiéramos ser perdonados fuera de la aprobación judicial de Dios, entonces no habría necesidad del Evangelio. Dios es la parte ofendida. No incluirlo en el proceso del perdón sería una locura espiritual. Debes pedir. Debes pedirla a Dios.
Ves este enunciado condicional en Romanos, en lo que se relaciona a nuestra salvación: “que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. – Romanos 10:9
No puedes ser cristiano si no lo pides. No puedes ser perdonado si no lo pides. Dios no otorga perdón de manera arbitraria a personas que tratan de recibirlo de otra manera. La palabra confesar significa estar de acuerdo, y si una persona no confiesa entonces no está de acuerdo con Dios sobre su pecado. En este caso, no se puede otorgar perdón. Si no pides,
Sin embargo, si te humillas y pides perdón, entonces podrás ser gozosamente liberado de tu pecado porque Cristo pagó de manera voluntaria por tu pecado en la Cruz. Hay mucho dinero en el banco y tú puedes tener total acceso a cuanto necesites siempre y cuando te humilles, reconozcas tu necesidad y hagas la petición por algo de efectivo. No estoy permitido a estar fuera del banco y arbitrariamente tirar dinero a quién yo quiera.
De manera similar, no puedo pararme a los pies de la Cruz y arbitrariamente liberar esta persona y aquella persona de su pecado cuando ellos no han pedido el ser liberado de su pecado. No funciona de esa manera.
Perdón con Prioridad
El asunto mayor aquí es si has pedido o no a Dios que te perdone. Es muy arrogante el pensar que yo puedo perdonarte de tu pecado cuando no has pedido a Dios que te perdone de tu pecado. Mi perdón no tiene sentido si no tienes el perdón de Dios. Es como si te dijera que eres cristiano cuando Dios no te ha regenerado. O sería como si yo te perdonara de tu crimen y luego vas a corte y el Juez te de sentencia de cárcel de por vida.
Si Dios no te ha perdona, entonces mi declaración es irrelevante.
Extra: si pecas contra alguien y le pides que te perdone, pero no le pides a Dios que te perdone, entonces no estás perdonado. Todavía eres culpable delante de Dios. Dios es primeramente el Poder que ha sido ofendido y hasta que esa relación sea reconciliada todas las confesiones de esta tierra son inadecuadas. No puedo otorgarte perdón, como si pudieras ser libre de tu pecado cuando Dios no te ha perdonado.
La esfera de la ofensa
La esfera de la confesión, la esfera del perdón y la esfera de la ofensa debería siempre ser idéntica. Lo que quiero decir que tu confesión y buscado perdón deben ser de todas las personas que ofendiste. Por ejemplo, TODO pecado es pecado contra Dios, no importa qué pecado cometiste. Por lo menos, Dios siempre es la parte ofendida. Por lo tanto, todo pecado require confesión y perdón buscado de Dios.
En segundo lugar, puede haber otras personas contra las cuales hayas pecado. Si lo has hecho, entonces debes buscarlos y pedirles su perdón. La esfera de la confesión siempre debe ser tanta amplia como la esfera de la ofensa. Dios SIEMPRE es ofendido cuando pecamos. Algunas veces otros son ofendidos.
Tú puedes ser perdonado si lo pides, pero hay momentos cuando no puedes pedirlo. Imagina que tu padre ha muerto y la relación nunca fue restaurada. En casos así, está la gracia. Pide a Dios que te perdone y descansa en su gracia de que has hecho todo lo que podías hacer.
Rick launched the Life Over Coffee global training network in 2008 to bring hope and help for you and others by creating resources that spark conversations for transformation. His primary responsibilities are resource creation and leadership development, which he does through speaking, writing, podcasting, and educating.
In 1990 he earned a BA in Theology and, in 1991, a BS in Education. In 1993, he received his ordination into Christian ministry, and in 2000 he graduated with an MA in Counseling from The Master’s University. In 2006 he was recognized as a Fellow of the Association of Certified Biblical Counselors (ACBC).